Que tengas el carnet, que tengas varios años de experiencia en la conducción o incluso que nunca hayas sufrido un accidente no significa que conduzcas bien o mejor dicho que tu posición al volante sea la correcta. Ya que con el paso de los años adquirimos hábitos que se alejan de lo que sería la posición correcta para conducir.
La mayoría de los conductores solemos caer en errores tan comunes como llevar el asiento cerca del volante o demasiado elevado, el respaldo inclinado hacia detrás o una posición incorrecta de las manos al volante. Todo esto suma los daños que puede sufrir el conductor en un accidente. Por eso la importancia de tener una buena postura al conducir para evitar lesiones. Lamáxima seguridad al volante se obtiene cuando se adopta una postura correcta para conducir.
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Y como nosotros queremos lo mejor para vosotros conductores hoy os traemos varios consejos que pueden salvarte la vida:
– Respaldo recto. La espalda debe estar en todo momento tocando el respaldo. Por eso si el respaldo está más inclinado de la cuenta la postura que se consigue no es la adecuada. Se aconseja tener la espalda lo más recta o vertical posible para evitar dolores de columna pero sin estar recta del todo para que el cuerpo no permanezca en tensión.
– Cinturón de seguridad tensado. Pocos conductores le dan un tirón al cinturón para tensarlo después de abrochárselo y esto hace que en caso de accidente el cuerpo esté más sujeto. Recuerda que este debe colocarse entre el centro del hombro y el pecho y que todos los pasajeros del vehículo deben llevarlo.
– Asiento nivelado. Muchos creen que cuanto más alto esté el asiento mucho mejor mejor porque de esa forma ven más de cerca. Sin embargo en caso de un impacto la cabeza sufre más. Por eso la posición del asiento debe ser lo más baja posible sin perder visibilidad.
– Volante a la muñeca. Para comprobar que la distancia es correcta lo mejor es estirar las brazos hacia delante y que la muñeca quede sobre el arco superior del volante para que cuando gire hacia una dirección u otra el cuerpo no vaya hacia delante sino que quede en todo momento la espalda tocando el respaldo.
– Postura corporal correcta. Si conduces de forma habitual encogido o por el contrario demasiado estirado solo conseguirás entorpecer tus movimientos.
– Usa el reposacabezas. Apoyar la cabeza en el reposacabezas te evitará sufrir daños en las cervicales y el cuello.
– Piernas semi flexionadas. Las piernas no pueden quedar completamente estiradas. Lo mejor es que estén flexionadas para alcanzar los pedales.
Conducir tiene que ser una acción relajada para que podamos reaccionar con rapidez ante una situación inesperada como sería dar un volantazo, de lo contrario nuestros movimientos serán imprecisos y acumularemos tensión.